¿Estás pensando en cambiar el suelo de tu cocina pero no acabas de decidirte sobre cual poner? Hay varios aspectos a tener en cuenta antes de tomar la decisión definitiva. La resistencia, la limpieza, la durabilidad o la estética son algunos de ellos. Y, además, hay muchos tipos de suelos: continuos, en mosaico, sintéticos, naturales, esmaltados, sin esmaltar, antideslizantes…

elegir-bien-suelo-cocina

Es muy importante obtener la máxima información sobre cada uno para poder elegir correctamente el que se ajuste a tus necesidades y a las de tu cocina. Nos ayudará compararlos y para ello es necesario establecer grupos de pavimentos: los continuos, los de gres porcelánico, los pétreos, los de madera natural y un último grupo de sintéticos donde incluiríamos los parquets sintéticos o los compuestos industriales de todo tipo como Silestone, etc.

Al preguntarnos si instalamos un suelo continuo o en mosaico estamos hablando de higiene por un lado y espesor por otro. Los suelos continuos son una de las opciones más higiénicas, la prueba es que la mayoría de centros hospitalarios y guarderías construidos recientemente optan por instalar pavimentos sin juntas por su fácil limpieza y sus características antibacterias y fungicidas.

Los pavimentos de gres o pétreos tienen inevitablemente un despiece y la junta es un foco de acumulación de suciedad, por este motivo es muy recomendable escoger modelos de pavimentos con junta rectificada, ya que reducen considerablemente la posibilidad de acumular suciedad. Además el aspecto acabado es mucho más sofisticado, y si la instalación es buena, la junta se reduce hasta 1 o 2 milímetros y la apariencia se acerca mucho a la de un pavimento continuo.

En cuanto al espesor, es interesante que sepas que el pavimento continuo se puede instalar con un espesor de un mínimo de 3mm si la base es perfectamente plana, algo que es muy interesante saber en caso que tengas que hacer una reforma.

.

Suelos de cocina: los acabados más limpios

Si tienes que reformar la cocina, el suelo es muy importante. Merece la pena tener en cuenta no solo qué tipo de suelo pondrás sino el acabado que tendrá porque dependiendo de este puedes tener una cocina que aguante más o menos tiempo limpia.

La suciedad está directamente relacionada con la porosidad del pavimento y la dimensión de las piezas, así pues diríamos que los pavimentos sintéticos continuos como los de linóleo, por ejemplo, serían ideales para cocinas de mucho uso. Si el linóleo resulta demasiado tecnológico, existen los pavimentos continuos de hormigón pulido o microcemento, que combinan de manera fantástica tanto con ambientes clásicos como con modernos, si escogemos bien la textura.

como-elegir-bien-el-suelo-de-la-cocina

En un segundo grupo encontraríamos los porcelánicos y las maderas barnizadas. En ambos casos se coloca una lámina superficial no porosa sobre el pavimento original que impide que la suciedad traspase al interior, la diferencia entre uno y otro es que el porcelánico tiene juntas y puede acumularse suciedad en ellas, mientras que los parquets barnizados no las tienen. Por último, cualquier pavimento poroso ya sea porcelánico o de piedra natural presentará problemas al absorber las manchas que pudiesen aparecer y será más complicado mantenerlos en perfecto estado.

.

Los suelos más resistentes para la cocina

Si queremos disfrutar de un suelo resistente en nuestra cocina, debemos tener en cuenta dos tipos de resistencia a la hora de elegirlo: al impacto y al desgaste. En la cocina es fácil que nos caigan cosas al suelo y hemos de tener muy en cuenta la resistencia al impacto del material que escojamos, y no tanto la resistencia al desgaste por el uso, ya que en las cocinas particulares es menos preocupante que en las profesionales.

Vamos a ordenarlos de mejor a peor cualificados. Los pavimentos pétreos y los sintéticos de base pétrea (Silestone, Compac, Krion) son los que mejor comportamiento tienen ya que su resistencia es muy superior a la mayoría de alternativas. Los pavimentos continuos también ofrecen un buen comportamiento en unos casos por ser elásticos y por lo tanto capaces de absorber los impactos (linóleo o vinilo) y en otros casos por ser suficientemente duros (hormigón pulido o microcemento).

El gres porcelánico se encontraría en tercer lugar. Es un material frágil en sí mismo (de ahí que se inventara el famoso “trencadís” de Gaudí) y frágil quiere decir que los fuertes golpes lo rompen, nada más, por lo tanto se debe tener cuidado y siempre es recomendable comprar algunas piezas extras y guardarlas en casa por si tenemos que sustituir alguna en un futuro.

En último lugar están las maderas naturales, que son muy débiles al impacto y quedan marcadas rápidamente, siendo de difícil reparación, aun así, hay que tener en cuenta que si escogemos parquet natural hemos de asumir que envejecerá, es decir, que le irán apareciendo marcas por el uso, y esto no solo no es un problema sino que lo hará más atractivo.

.

A cada estilo de cocina, su suelo

Para escoger el suelo ideal para tu cocina, además de tener en cuenta criterios de higiene y durabilidad, también habrá que tener en cuenta la composición, el color y el material porque a cada estilo de cocina le corresponde un material determinado y hay mucho donde elegir.

Por ejemplo, si debemos escoger un suelo para una cocina rústica es evidente que un suelo de piedra natural o madera le irá perfecto, pero si optamos por uno porcelánico os recomiendo uno mate, levemente rugoso y con motivos pétreos. Los colores dependerán de los tonos predominantes en la cocina, pero nunca deberán robarle protagonismo al mobiliario.

Si se trata de una cocina de estilo barroco os recomiendo utilizar pavimentos oscuros en mosaico, si puede ser de piezas diferentes mejor, con la junta rectificada y con motivos simples pero visibles en las piezas. Valdría piedra o gres porcelánico, no os recomiendo madera ni pavimento continuo en este caso. En cambio, para cocinas minimalistas es perfecto un suelo continuo de hormigón pulido blanco o gris claro (si encaja con los colores de la cocina) o un gres porcelánico blanco mate de gran formato 90×60, evidentemente con junta rectificada.

como-elegir-el-suelo-de-la-cocina

Para cocinas de carácter industrial, es decir, con bancadas de acero inox, el suelo ideal es un pavimento de hormigón pulido pero dejando ver suavemente algunas aguas, un acabado algo imperfecto. También valdría un linóleo.

.

Pavimentos para cocinas de exterior

Si tienes la suerte de disfrutar de una casa con un porche donde puedas crear un espacio para cocinar y comer en el exterior, es importante que tengas en cuenta qué pavimento pondrás para que aguante no solo el desgaste sino el clima. Como en cocinas de interior, en ningún caso es recomendable escoger un suelo excesivamente pulido. Siempre es bueno que tenga un cierto grado de rugosidad y la propiedad de ser antideslizante.

Los exteriores en general y las cocinas en particular, son espacios donde suele hacerse uso del agua y no es extraño que se derrame algún líquido. En exteriores, además, lo habitual es que haya humedad y que se condense en el suelo. Estos aspectos hacen interesante el uso de pavimentos levemente antideslizantes en estos espacios. En este caso todos los grupos de materiales tienen una versión antideslizante, o lo son por naturaleza, como es el caso de la piedra.

Pero no todos aguantan la intemperie igual de bien. Es importante comentar al respecto que los vinilos y linóleos no son adecuados para exteriores. Mejor utilizar el hormigón pulido si queremos pavimento continuo.

Las maderas naturales precisan mucho cuidado pero pueden utilizarse. De todos modos, existe un producto en el mercado relativamente nuevo que resuelve todos los problemas si queremos madera en un exterior, y se trata de la madera tecnológica, que ofrece un alto confort independientemente de si hace mucho calor o mucho frío y además se comporta perfectamente en exteriores.

.